Las teorías indican que olvidar es un rasgo humano fundamental. Conforme pasa el tiempo, nos olvidamos de las cosas. Y olvidar nos ayuda a superar momentos difíciles. Pero olvidar la historia en un país genera el riesgo de repetirla porque significa que nunca aprendieron o no quisieron aprender de lo sucedido para mejorarlo o cambiarlo, lo cual es lo mismo cuando ello se suscita en las organizaciones.
Las organizaciones no son perfectas, por ello siempre utilizarán adecuadas herramientas para aplicar la mejora continua, y procesos que generan riesgos operativos, financieros, de seguridad, clima organizacional y reputacional necesitaran ser evaluados a través de empresas especializadas externas por una sencilla razón: están fuera del cuadro y por tanto su expertis le permite contar con la agudeza objetiva de detectar riesgos, la cual siempre será nuestra mejor recomendación.
Por ejemplo, dar las gracias por lo servicios prestados cada vez que se cruzan con un veterano de guerra el cual ha sido reconocido por un estado genera orgullo, reconocimiento, sentido de pertenencia, lealtad entre otros considerandos hacia su país y ello mitiga el riesgo de obrar en contra de ella o perturbar su paz interna; de la misma forma que dar las gracias a un empleado o colaborador cada día por su esfuerzo y dedicación, felicitarlo por un buen trabajo o reconocer sus resultados genera sentido de pertenencia, lealtad, orgulloso, reconocer el buen clima laboral entre otros considerandos mitiga el riesgo de no generar valor agregado o proyectos innovadores, vender información, compartir información con la competencia, generar conflictos internos, etc.
En consecuencia siempre debemos identificar los impactos que podría generar olvidar o no observar las malas prácticas que son parte de la historia de las organizaciones, porque se derivan en riesgos con consecuencias claramente mitigables y que de ocurrir debemos saber gestionarla.
Luis Molina
CEO
M&M Security Audit
www.mymsecurityaudit.com