¿Es más fácil mantener las cosas como están? Muchos contestarán con un rotundo sí. Entonces si la respuesta es afirmativa, podría interpretarse como “así siempre funcionaron las cosas”, o “como estamos, todo funciona bien”, o “evitamos complicarnos la vida”, o “evitamos que nos estén controlando”, o “nos beneficia estar así”, y una larga interpretación de dejar las cosas como están.

Lo cierto es que mantener un statu quo genera una serie de riesgos que puede ser que no los veamos por miopía profesional, o porque necesitamos beneficiarnos, sin embargo, el gran beneficiario será la corrupción, pero no individualizada, sino generalizada, es decir con la venia y conocimiento de todos. Algunos dirán que no sabían pero si sospechaban, la verdad es que saber y no decir nada te vuelve cómplice, en otras palabras eres parte de la corrupción.

Por ejemplo, utilizar siempre un mismo proveedor y dar como excusa que es el único que los atiende, es facilitar la corrupción porque no permite la libre competencia, el comparar precios, obtener las mayores ventajas, generar negociación, gestionar base de datos de proveedores, etc. Otro ejemplo será que al mantener operaciones manuales con procedimientos básicos facilita los ilícitos en todas sus formas, y al establecer una férrea resistencia al cambio evitan que se implementen políticas, procedimientos detallados, procesos de control, supervisión, control de pérdidas, auditorías, etc, justamente para continuar haciendo lo mismo, es decir un proceso sin control y con grandes matices de corrupción sin responsabilidad alguna.

Las áreas de sistemas son críticas para soportar cambios al sistematizar los procesos y mecanismo de control, pero sino generamos candados en los procesos que controlan también nos generará riesgos.

 

Luis Molina

Director Ejecutivo

M&M Security Audit

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